Cuando te acercas a Villahermosa desde la carretera de Cucalón, te encuentras en primer lugar con una gran ermita, la de San Gervasio y San Protasio. Merece la pena parar en este bello paraje, donde descubriremos el antiguo puente sobre el río Huerva.

La presencia del río, como en la mayoría de los pueblos, dio pie a las distintas construcciones que lo rodean, como el molino harinero o el más reciente lavadero. En sus inmediaciones se localiza un pequeño aguallueve, todo ello acompañado de un bonito paseo entre chopos cabeceros.
Dentro del casco urbano encontrarás la Iglesia de Santa Magdalena, mezcla de varios estilos, y frente a su fachada se aprecian los restos del antiguo trinquete.

Ya en desuso podemos ver dos palomares cuadrangulares, uno en la parte superior de la localidad y otro en la parte baja.