El museo del azafrán tiene como fin salvaguardar la cultura y tradición de este cultivo que, años atrás, fue vital para la economía del lugar.

Se encuentra situado en la plaza mayor de Monreal del Campo, en la segunda planta de la Casa de Cultura. Este edificio se trata de una casa solariega conocida popularmente como la «Casa de las Beltranas». La cual se reformó a principios de los años ochenta para albergar la Casa de Cultura, con la biblioteca y diferentes salas de exposiciones y actividades.

El azafrán tiene una historia larga en el tiempo y en espacio: los egipcios, griegos y romanos apreciaban sus virtudes empleándolo en el culto a los dioses, en el teñido de los tejidos o en el tratamiento de ciertos males. Los árabes introdujeron su cultivo en nuestra península, donde ya era conocido, pues San Isidoro de Sevilla nos habla de él. Hoy se produce en Asia, Oriente Medio, Grecia, Italia, África del Norte y en áridas tierras españolas como la del Jiloca.

Hasta 1936, en España, el azafrán llegó a extenderse por las provincias de Albacete, Alicante, Baleares, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Murica, Navarra, Socia, Teruel, Toledo, Valencia y Zaragoza. Después de esta fecha, se redujo su área hasta tal punto que actualmente se limita a La Mancha, Valencia y Teruel.

En este museo, los objetos que se encuentran fueron donados por la población, y se cuenta con más de 150 piezas que abarcan todos los procesos de este cultivo: desde la preparación de la tierra para la plantación, hasta la venta del producto, pasando por la recogida de la flor, desbrizne o «esbrine» de la misma, tueste y pesado, todo ello ilustrado con fotografías.

En la sencillez de este museo deja constancia de un cultivo que tiende a desaparecer y expone, de la forma más clara posible, las faenas relacionadas con este producto tan apreciado y al mismo tiempo tan desconocido, con el deseo de que el visitante llegue a adentrarse en el mundo secreto del azafrán.