El Santuario de Pelarda está situado en el término municipal de Olalla, sobre una pequeña colina al pie de la Sierra de Fonfría. Está dedicado a la Virgen de Pelarda, tomando el nombre del lugar donde fue reencontrada. Según cuenta la leyenda, en el año 1220, fue localizada por un labrador que trabajaba estas tierras. Cuando su arado tropezó con la losa de la pila bautismal en la que había sido escondida y enterrada cuatrocientos años atrás, durante la invasión musulmana. Estaba envuelta en un pedazo de tela de seda que hoy conserva.
Aparte de la leyenda parece que la ermita de Pelarda sería el templo de un antiguo despoblado medieval que desapareció al poco tiempo de la Reconquista.
En el santuario también se venera otra imagen conocida como la Virgen del Mar, pues adquirida por Jerónimo de Lasa, fraile de la orden de los jerónimos, en el barco que le traía de vuelta a España fue entregada a la iglesia parroquial de Olalla y en mayo de 1724 fue trasladada al santuario, en donde permanece desde entonces.
Además del santuario y junto a éste, se localizaba la antigua casa del ermitaño y locales para uso de las diferentes localidades que acuden en las romerías. Esta casa, junto con las fincas de cultivo de alrededor (unas 15 hectáreas), han sido desde siempre propiedad de la Cofradía de la Virgen de Pelarda que ya existía en 1398 y se encargaba de planificar la romería al santuario, organizar una comida popular y mantener en perfecto estado el santuario, y en la que están integrados numerosos pueblos de la contornada: Allueva, Barrachina, Collados, Godos, Cutanda, Olalla, Nueros, Torrecilla del Rebollar y Valverde.

El Santuario acoge dos romerías a lo largo del año, para Pascua de Pentecostés, en una rogativa destinada a solicitar la lluvia o dar gracias por haberla recibido, y el domingo siguiente a la Natividad (8 de septiembre), para celebrar «la sitiada» o Día del Sitio.