Es un ejemplar milenario, se habla de 1200 años de antigüedad, de forma irregular con dos grandes ramas y que presenta una profunda oquedad en su tronco y varias heridas longitudinales en sus ramas, provocados probablemente por el impacto de algún rayo. Anteriormente tenía cuatro ramales uno de los cuales lo partió un rayo y el otro un fuerte additional content vendaval hace unos años. Los vecinos del pueblo, muy reverenciosos con la carrasca, conservan ese último ramal frente al pabellón, como si de una reliquia se tratara.
Se encuentra en las proximidades del pueblo en el camino de Alba y está convenientemente señalizada siendo, junto con el castillo y el cerro de San Ginés, uno de los puntos de interés turísticos.